• El 70% de los fumadores desea dejar de fumar, pero sólo 2 de cada 10 fumadores pide ayuda profesional.
• El tabaco es la principal causa de EPOC y sin embargo más del 40 % de los pacientes de EPOC continúa fumando.
• El tratamiento del tabaquismo debe combinar el apoyo conductual y psicológico con un tratamiento farmacológico adecuado.
El tabaquismo está considerado como una enfermedad crónica, de carácter adictivo y recidivante que conlleva graves consecuencias para salud. Así, el tabaco es responsable de aproximadamente 56.000 muertes anuales en España, principalmente por cáncer, enfermedad cardiovascular y por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
“Dejar de fumar es la decisión más saludable que se puede tomar en cualquier momento de la vida”, afirma el Dr. Juan Antonio Riesco, coordinador del Año SEPAR 2016 de la EPOC y el tabaco, “esta decisión, cuya motivación es diferente para cada fumador, debe ir acompañada de la ayuda de los profesionales sanitarios para incrementar sus posibilidades de éxito”.
Se calcula que hasta el 70% de los fumadores desean dejar de fumar, y de éstos sólo un 18% (no más de 2 de cada 10 fumadores) pide ayuda profesional para dejar de fumar. De cada 100 fumadores que realizan un intento de abandono por sí mismo, sólo un 5% lo consigue, pero si este intento se acompaña de la adecuada valoración diagnóstica y terapéutica de un profesional, las posibilidades de éxito pueden multiplicarse por diez.
En el caso de las personas con enfermedades respiratorias crónicas y especialmente para los pacientes con EPOC, dejar de fumar debe ser una decisión prioritaria pues es fundamental para frenar el deterioro de su función pulmonar y mantener su calidad de vida. Sin embargo, estudios diseñados para ver la evaluación de tratamientos farmacológicos en la EPOC constatan la elevada prevalencia del tabaquismo en pacientes ya diagnosticados de EPOC, y que oscila entre el 38% y el 77%.
Una de las causas de que el hábito tabáquico persista a pesar de la enfermedad pulmonar es, según explica el Dr. Riesco, las peculiaridades que muestran los pacientes con EPOC como fumadores: “consumen mayor número de cigarrillos, realizan una calada más profunda y retienen más el humo, tienen mayor dependencia del tabaco y menor grado de motivación para abandonar el habito tabáquico, todo ello acompañado por un estado de ánimo más deprimido y con una autoestestima más baja”.
Por eso resulta útil diferenciar entre dos tipos de pacientes: aquellos con diagnóstico reciente de EPOC, que tienen mayor grado de motivación y que podrán responder mejor a tratamientos convencionales, y los pacientes con diagnóstico antiguo de EPOC, amplio historial de recaídas, muy bajos niveles de autoeficacia, gran desconfianza, frustración y desánimo, elevada presión interna y externa y que se muestran reacios a nuevos intentos. “Este grupo necesita un nivel de intervención más intensivo y la necesaria intervención de expertos en tabaquismo, y si es preciso acudir a unidades especializadas en tabaquismo”, recuerda el Dr. Riesco.
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